Preguntas frecuentes

  • ¿Qué es un psicólogo general sanitario?

    El Psicólogo General Sanitario es, junto al Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, el único profesional de la psicología habilitado para ejercer la profesión en el ámbito sanitario, tanto público como privado, realizando evaluación, diagnóstico e intervención psicológica. Esto significa que son los únicos psicólogos que pueden trabajar en centros sanitarios reconocidos y atender a pacientes con problemas de salud mental dentro de dicho contexto.

    Para ejercer como Psicólogo General Sanitario es obligatorio estar en posesión del título oficial de Máster en Psicología General Sanitaria. Este máster proporciona la formación especializada y las competencias necesarias para desarrollar la profesión dentro del ámbito sanitario, siguiendo los criterios y estándares establecidos por la legislación vigente.

  • ¿Todas las terapias son válidas?

    Como Psicólogo General Sanitario, mi práctica se fundamenta en la Psicología Basada en la Evidencia (PBE). Esto significa que no todas las terapias son válidas ni igualmente efectivas. La PBE implica la integración de la mejor evidencia científica disponible con la experiencia clínica y las características individuales del paciente para tomar decisiones sobre el tratamiento.

    Aquellas terapias que carecen de este respaldo empírico y no se ajustan a los principios de la PBE se consideran pseudoterapias. Es crucial entender que las pseudoterapias, además de no ser efectivas, pueden tener un efecto iatrogénico, es decir, pueden causar daño o empeorar la situación del paciente. Por eso, es fundamental recurrir a profesionales debidamente habilitados que empleen métodos con probada eficacia. En el ámbito sanitario, la responsabilidad es máxima y la salud del paciente es la prioridad.

  • ¿Con qué frecuencia se realizan las sesiones?

    La frecuencia de nuestras sesiones se adaptará a tus necesidades particulares, ya que cada proceso terapéutico es único. Generalmente, solemos comenzar con sesiones semanales para establecer una base sólida y abordar los temas iniciales de manera intensiva. A medida que avanzamos y vas notando mejorías, podemos espaciar las sesiones a quincenales, permitiéndote así aplicar lo aprendido en tu día a día y desarrollar una mayor autonomía.

    Finalmente, para consolidar tus avances y asegurar un bienestar duradero, estableceremos sesiones de seguimiento más espaciadas. El objetivo final es que logres la independencia y puedas gestionar tus desafíos de manera efectiva, por lo que la frecuencia se ajustará siempre a tu progreso y necesidades.

  • ¿Es confidencial la información que comparto en terapia?

    Sí, la información que compartes en terapia es tratada con la más estricta confidencialidad. Tanto lo que hables durante las sesiones como tus registros clínicos se manejan de acuerdo con el Código Deontológico del Psicólogo y la legislación vigente, garantizando así tu privacidad.

    Sin embargo, existen situaciones excepcionales donde la confidencialidad podría levantarse por obligación legal. Estas incluyen casos de riesgo grave para tu vida o la de otros, sospecha de abuso o maltrato infantil, a personas mayores o personas con discapacidad, requerimientos judiciales o cualquier otro caso previsto por la ley.

    Además, si fuera necesario compartir información con otros profesionales de la salud, como tu médico de cabecera, se te solicitará tu consentimiento explícito antes de hacerlo.

  • ¿A quién va dirigida mi terapia?

    Mi práctica se enfoca en terapia individual para adultos. No trabajo con niños ni ofrezco terapia de pareja. Mi prioridad es tu bienestar personal, por lo que nos centraremos exclusivamente en tus necesidades individuales. En caso de que consideremos que otro profesional podría ser más adecuado para abordar tu situación específica, te derivaré a él o ella, siempre buscando lo mejor para tu proceso de mejora.

  • ¿Existen normas en la terapia?

    Sí, existen algunas normas importantes que aseguran el buen desarrollo de la terapia. La asistencia regular y puntual a las sesiones es fundamental, ya que la continuidad es clave para el progreso. En caso de no poder asistir, se agradece notificar con al menos 72 horas de antelación, excepto en situaciones de fuerza mayor justificadas. Para mantener el compromiso, se espera la realización de tareas entre sesiones, ya que estas complementan el trabajo en consulta.

    La honestidad y apertura son esenciales para que la terapia sea efectiva; compartir pensamientos y sentimientos, incluso los difíciles, es parte del proceso. Siempre mantendremos un ambiente de respeto mutuo, donde la comunicación sea cordial y constructiva.