Terapias
Una terapia para cada problema
Una terapia para cada persona
TCC
ACT
DBT
COMPASIÓN
La evidencia científica respalda la eficacia de las terapias que utilizo, asegurando que te ofrezco las mejores herramientas para tu sanación y crecimiento personal. Además, mi formación me facilita la integración de diferentes técnicas según el momento del proceso terapéutico. De esta manera, puedo ofrecerte una atención integral y eficaz que te ayude a superar tus dificultades y alcanzar tu bienestar.
“Si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor equipados para alcanzar nuestras metas”
Terapia Cognitivo conductual (TCC)
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de psicoterapia muy estudiada que ofrece un amplio abanico de herramientas para abordar diversos problemas emocionales y conductuales. Se centra en la conexión entre pensamientos, sentimientos y comportamientos, partiendo de la idea de que nuestros patrones de pensamiento influyen en cómo nos sentimos y actuamos. El análisis conductual y la identificación de ideas irracionales son claves en este proceso. A través de la TCC, las personas aprenden a identificar y modificar pensamientos distorsionados y conductas poco saludables. Desarrollando estrategias para afrontar situaciones difíciles, la TCC es muy eficaz para eliminar los síntomas y mejorar el bienestar emocional. Se utiliza para tratar problemas como la depresión, la ansiedad, trastornos alimentarios y fobias, entre otros.
¿Qué es la TCC?
¿De dónde viene?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) fue desarrollada principalmente por Aaron T. Beck en la década de 1960. fue el resultado de la evolución y la integración de diferentes enfoques terapéuticos a lo largo del tiempo, incluyendo el conductismo de figuras como Ivan Pavlov, John B. Watson y B.F. Skinner, y las terapias cognitivas de Albert Ellis.
La desarrolló porque buscaba un enfoque más efectivo y basado en la evidencia para tratar la depresión, al observar la importancia de los pensamientos negativos en este trastorno. Su trabajo, junto con las contribuciones de otros como Albert Ellis, sentó las bases para la terapia cognitivo-conductual, que hoy en día es una de las terapias psicológicas más utilizadas y validadas empíricamente para una amplia gama de trastornos.
“Sal de tu mente y entra en tu vida”
Aceptación y Compromiso (ACT)
¿Qué es la ACT?
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una forma de psicoterapia transdiagnóstica, con abundante evidencia científica que avala su eficacia, que te ayuda a vivir una vida plena y con sentido, mientras manejas de manera efectiva el dolor y el estrés que inevitablemente la acompañan. Se centra en dos procesos principales: 1) desarrollar la aceptación de las experiencias internas no deseadas, como pensamientos, sentimientos, sensaciones y recuerdos, y 2) fomentar el compromiso con acciones que estén en línea con tus valores. Es ideal para retomar el sentido de tu vida perdido. ACT se utiliza para abordar una variedad de desafíos, incluyendo ansiedad, depresión, dolor crónico, y estrés. Te empodera con habilidades para navegar las dificultades de la vida con mayor flexibilidad y vivir una vida más alineada con lo que es verdaderamente importante para ti.
¿De dónde viene?
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) fue desarrollada principalmente por Steven C. Hayes en la década de 1980, junto con sus colegas Kelly G. Wilson y Kirk Strosahl. ACT surgió del contextualismo funcional, una filosofía de la ciencia que se centra en cómo los eventos se influyen mutuamente dentro de un contexto particular, y se fundamenta en la Teoría del Marco Relacional (RFT), una teoría conductual del lenguaje y la cognición que es una extensión de los principios del conductismo radical de B.F. Skinner.
Hayes desarrolló ACT como una alternativa a los enfoques terapéuticos tradicionales, buscando crear una terapia más flexible y sensible al contexto que abordara el sufrimiento humano de manera integral. Su trabajo, junto con las contribuciones de Wilson, Strosahl y muchos otros investigadores, ha llevado a que ACT sea reconocida como una terapia con una sólida base empírica y una creciente popularidad en el campo de la psicoterapia.
“No puedes pensar para lograr nuevas formas de actuar, solo puedes actuar para lograr nuevas formas de pensar”
Habilidades (DBT)
¿Qué es la DBT?
La Terapia Dialéctica Conductual (DBT) es una forma de psicoterapia que te proporciona habilidades concretas para manejar emociones intensas y mejorar tus relaciones interpersonales. Se enfoca en enseñarte a equilibrar la aceptación y el cambio, ayudándote a construir una vida que valga la pena vivir.
En DBT, podrás aprender habilidades de: Mindfulness, para estar presente en el momento actual sin juzgar; Tolerancia al Malestar, para soportar situaciones dolorosas sin empeorarlas; Regulación Emocional, para comprender y manejar tus emociones de manera efectiva; y Efectividad Interpersonal, para comunicarte asertivamente, establecer límites saludables y construir relaciones sólidas.
DBT te capacita con herramientas prácticas para navegar las complejidades de las emociones y las relaciones, ayudándote a responder a las situaciones difíciles de manera más efectiva. Es particularmente útil para personas que experimentan emociones abrumadoras o tienen dificultades en sus relaciones con los demás.
¿De dónde viene?
La Terapia Dialéctica Conductual (DBT) fue desarrollada por Marsha M. Linehan en la década de 1980, como resultado de su trabajo con personas con tendencias suicidas crónicas y que luego fue diagnosticado como Trastorno Límite de la Personalidad. Linehan, partiendo de su propia experiencia personal y formación en terapia cognitivo-conductual, observó que este enfoque tradicional no era suficiente para esta población.
Linehan integró principios de la filosofía dialéctica, que enfatiza la síntesis de opuestos (como la aceptación y el cambio), con técnicas de terapia cognitivo-conductual y la práctica de mindfulness de la meditación Zen. Su objetivo era desarrollar una terapia que abordara específicamente la intensa desregulación emocional y los comportamientos impulsivos característicos del trastorno.
Como resultado, DBT se ha convertido en el tratamiento de referencia para el trastorno límite de la personalidad y se ha adaptado para tratar una amplia gama de otros problemas.
“A diferencia de la autocrítica, que te pregunta si eres lo suficientemente bueno, la autocompasión te pregunta ¿Qué es bueno para ti? ”
Terapias basadas en la compasión
¿Qué es la Compasión?
Las Terapias Basadas en la Compasión se enfocan en cultivar la compasión como una herramienta fundamental para el bienestar emocional.
Estas terapias reconocen que la vergüenza, la culpa y la autocrítica excesivas a menudo se encuentran en la base de muchos problemas y trastornos psicológicos, perpetuándolos. A través de prácticas y ejercicios específicos, aprendes a reconocer tu propio sufrimiento sin juzgarte, a responder a tus errores con comprensión en lugar de con crítica, y a motivarte a través del ánimo y el apoyo en lugar de la dureza.
El objetivo es reemplazar la autocrítica con la autocompasión, cultivando una relación más saludable contigo mismo, para reducir el sufrimiento y promover el bienestar emocional..
¿De dónde viene?
Las Terapias Basadas en la Compasión tienen sus raíces en la psicología budista y la teoría evolutiva. Paul Gilbert las formalizó con la Terapia Centrada en la Compasión (CFT) en la década de los 2000, integrando la ciencia evolutiva, la neurociencia y la terapia cognitivo-conductual para abordar la vergüenza y la autocrítica. Kristin Neff contribuyó crucialmente al definir y operacionalizar la autocompasión como constructo psicológico, desarrollando una escala para medirla en 2003 y, posteriormente, un programa de entrenamiento llamado Mindful Self-Compassion (MSC). Christopher Germer, psicólogo clínico, desde principios de los 2000, ha sido clave en la integración de la autocompasión con la práctica de mindfulness y su aplicación en psicoterapia. Estos tres autores han sido fundamentales en el desarrollo, investigación y diseminación de las terapias basadas en la compasión, las cuales cuentan con una creciente y sólida base de evidencia científica que respalda su eficacia en el tratamiento de diversos problemas de salud mental.